31 de agosto de 2010

Todo cambia, como decía Heráclito «No podemos bañarnos dos veces en el mismo río»*. Cuando volvemos al río a bañarnos por segunda vez sus aguas ya son otras, están renovadas, se han transformado. Ya no es el mismo río… El cambio es perpetuo.
Nadie puede resistirse al cambio. Resistirse al cambio es como resistirse al cambio del tiempo, una batalla perdida de antemano.
Siempre estamos cambiando, mutando silenciosamente, aunque no lo escuchemos.
Cambiar es inevitable, el cambio es la escencia de las cosas, de nosotros, del universo… O será al revés que la escencia de las cosas es lo que permanece inalterable?
¿Dónde está nuestra escencia, nuestro ser? En eso que permanece a pesar del cambio, o en el cambio permanente… ¿Dónde estamos?
¿Podemos ser los mismos si todo cambia, o somos los mismos a pesar de cualquier cambio?
¿Cuánto de utopía tiene pretender cambiar todo de una vez?
El cambio tiene sus tiempos, sus procesos… el cambio es algo orgánico porque está vivo. Tal vez la clave sea cambiar con el cambio. Resistirse al cambio es como querer congelar el agua del río para bañarse siempre en las mismas aguas.
Cambio es revolución, y ninguna revolución puede ser amable, confortable, cómoda. Si no cambias con el cambio, un día abrís los ojos y vez que todo cambió y ahí estás perdido en lo desconocido.
El cambio es una cuestión de tiempo, de tanto mover el árbol al final la fruta siempre cae.
Y cuando el cambio llega no deja lugar a dudas, cambia todo, arrasa, transforma, muta. El cambio es la esperanza en la desesperanza, es confiar en que eso, como todo, también cambiará.

11 de agosto de 2010

Sin palabras..

ojalá que las palabras
que hablan de la soledad
busquen un acompañante
y no hablen solo por hablar
corre humo por mis venas
con un fuerte olor dulzón
no tengo noticias tuyas
y ya perdí la razón
tengo miedo en el olvido
y me mata la ansiedad
en ese tiempo de distancia
vive lo que no se da
ojalá que cuando vuelvas
si decidís a volver
vuelvas con la frente en alto
para que lo puedas ver.

9 de agosto de 2010

  • "Mi amor es absoluto, blanco y negro, bien o mal, lindo o feo, como los nenes. Me querés o no me querés, no hay medias tintas. Tus grises los inventaste vos. O estas conmigo o estamos separados. O estoy con vos o estoy sola. O estoy sin vos, o estoy muerta. No estoy "más o menos", no existen ni el más ni el menos. No entiendo "te amo pero no podemos estar juntos". No entiendo, es complicado."
  • "Las manos que no iban a volver a tocar ese cuerpo. Mi cuerpo que no iba a volver a dormir. Mi cama que iba a quedar sola y fría, mis jeans nuevos que no iba a usar jamás. Mi vida absurda desordenada."
  • "...Hay distintos grados del amor. Yo amo en el grado primero, en el más grave, aquel del que no se vuelve. Uno no puede enamorarse y romper y seguir con su vida. Por lo menos yo no puedo. Sí, puede que sea obsesiva, sí, puede que hasta me traten de enferma, pero lo otro no es verdadero amor. No me jodan."

8 de agosto de 2010


Es apenas un instante, un momento, un segundo en el que uno equivoca el camino. A partir de ahí cada paso que damos nos aleja cada vez mas de nosotros mismos.No tenemos conciencia de los errores que cometemos, apenas una sensación, una pequeña voz interior que nos dice “algo está mal”. Y aunque esa vocecita está ahí seguimos adelante, ignorándola, equivocándonos, casi a conciencia.Lo ves venir. Sabes que eso que estás por hacer va a cambiar todo, y así todo lo haces. Ya te extraviaste, ya te vaciaste, ya te equivocaste, ya te fuiste, ya te perdiste, ya te traicionaste. Y ahí te mirás al espejo y ya no te reconoces, hay otro que te mira, te pregunta “¿Dónde fuiste? ¿Dónde estás?” .Un error lleva a otro error. Es tan fácil equivocar el camino y tan difícil volver de eso... Es un impulso, un momento irracional, y ya no hay vuelta atrás. Incluso cuando tenemos buenas intenciones un error puede cambiar todo, romper todo. Ya estás perdido, errado, extraviado, si no tenés rumbo ¿A dónde podrás ir?Hay alertas, hay advertencias, pero no las escuchamos y vamos directo al error.Errar es hacer algo pensando solo en nosotros y nada en los demás. ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿Por qué fuimos tan débiles? Cuando cometiste error tras error no podés ni siquiera quejarte, ni ese derecho tenés.Corrés, te desesperás, pero cuando tomaste el desvío el camino de regreso es más largo. Porque en tu desvío causaste dolor, heridas que tardan mucho en sanar. El dolor se transforma en resentimiento, en tristeza vieja, inolvidable.

3 de agosto de 2010

Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho..